Vivimos un momento glorioso para la supply chain. Tenemos unas capacidades técnicas a nuestro alcance que nuestros predecesores ni soñaban con tener. La robotización y automatización contribuyen a una productividad de la supply chain nunca vista antes, el Big Data y la analítica predictiva nos ayudan a comprender mucho mejor el mundo, la Inteligencia Artificial empieza a demostrar todo su potencial… Todos estos ingredientes son la mezcla perfecta pera que nos encontremos ante el mejor momento en la historia de la supply chain. ¿No es así?
Pues la cruda realidad es que no. No es necesario ser un experto en los mercados para saber que muchas grandes empresas han sufrido importantes devaluaciones en el valor de sus acciones debido a sus problemas en la cadena de suministro. Entonces la pregunta del millón es: ¿Si tenemos tanta y tan buena tecnología, por qué tenemos tantos problemas en la cadena de suministro?
Bien, no hay una única respuesta.
El contexto en el que opera la supply chain actualmente
Si bien como indicábamos la tecnología ha evolucionado mucho en los últimos, el contexto en el que opera la supply chain también ha mutado mucho. En este sentido, hay 4 puntos que merece la pena destacar:
Las expectativas de los clientes son mayores
Los clientes ahora interactúan con las marcas a través de múltiples plataformas. En el mundo actual las realidades offline y las online conviven. Y el cliente quiere interactuar con la empresa dónde, cuándo y a través del dispositivo que le apetezca. Además, actualmente las personas toman decisiones de compra en función de cómo las empresas comparten con ellas valores como la sostenibilidad o la diversidad.
Múltiples “touchpoints”
Tradicionalmente los negocios estaban especializados en la fabricación, distribución o venta retail de productos. En cambio, ahora cientos de marcas se encargan de los tres pasos. Esto supone que los “touchpoints” con el cliente se multiplican y, por tanto, también la complejidad.
La irrupción del social commerce
En la actualidad las redes sociales son donde comienzan las tendencias. Para cumplir con las expectativas de los clientes se deben ofrecer productos muy personalizados con ciclos de vida cortos, lo que desemboca en surtidos complejos.
Las disrupciones son la nueva normalidad
Quizás sea el elemento del contexto global que afecta a la supply chain que todos tenemos más presente. Los precios de la energía y las materias primas son volátiles, la conflictividad política va al alza, los intereses disparados, fluctuaciones de las divisas… Todas estas dificultades afectan de lleno a la cadena de suministro