Puede que durante la pandemia sobrevivieran los más fuertes. Pero las empresas que realmente prosperaron fueron las más adaptables.
El objetivo de la mayoría de las organizaciones era encontrar formas creativas de gestionar unos plazos de entrega forzosamente más largos. Y los que consiguieron mayor visibilidad en sus cadenas de suministro fueron, habitualmente, los que consiguieron mejores resultados.
Desde que la situación del COVID comenzó a suavizarse, ha habido cierto alivio. Para la mayoría de las empresas ha disminuido la presión sobre los plazos de entrega. Aunque sólo sea ligeramente.
Para otros, sin embargo, la situación todavía dista mucho de la antigua normalidad.
Aunque hay indicios de que las cosas podrían volver pronto a la normalidad, es la imprevisibilidad lo que hace estragos en la planificación.
Los plazos de entrega siguen viéndose afectados por los problemas en las redes mundiales de transporte, la escasez de mano de obra, la guerra de Ucrania, las catástrofes naturales y los disturbios políticos.
¿Mejorará pronto esta situación? Es posible, pero no seguro.
Pero hay un tema del que nadie quiere hablar. Y ese tema es tu inventario.
Muchas empresas tienen montañas de stock que no pueden mover. Y ya se están resintiendo.
¿Cómo combatir la volatilidad del lead time?
En artículos anteriores, analizamos algunas estrategias para combatir los altos niveles de inventario. Hoy vamos a centrarnos en abordar una de las principales causas del problema. ¿Cómo se puede hacer frente a la volatilidad de los plazos de entrega?
A continuación, hablaremos de los siguientes temas:
- ¿Qué son los plazos de entrega?
- ¿Cómo afectan los plazos de entrega a tu cadena de suministro?
- ¿Cómo analizar los plazos de entrega para mejorar la cadena de suministro?
- ¿Cómo mitigar el impacto de la volatilidad de los plazos de entrega en el futuro?
¿Qué es el lead time?
Los plazos de entrega son el tiempo que tarda un proveedor en entregar sus productos a un cliente. Puede tratarse de que entregues el producto a tu cliente o de que tu proveedor te lo entregue a ti.
Es un parámetro crítico en la gestión de la cadena de suministro. Los plazos de entrega afectan a los niveles de inventario, los programas de producción y, lo que es más importante, la satisfacción del cliente.
Puedes dividir el plazo de entrega en un par de componentes clave:
Tiempo de tramitación
El tiempo que tarda un proveedor en tramitar un pedido y preparar la mercancía para su envío.
Tiempo de tránsito
El tiempo que tardan las mercancías en ser transportadas desde el proveedor hasta el centro de distribución.
¿Cuál es el impacto de un lead time cambiante en la cadena de suministro?
Si los niveles de inventario suponen un reto en tu empresa, es muy probable que te encuentres en esta situación debido a unos plazos de entrega impredecibles. Cuanto mayor sea el plazo de entrega, mayor será el riesgo de desviación de la demanda. Como empresa, necesitas cubrir una mayor cantidad de demanda potencial.
Pero eso luego creará una desviación cuando la demanda no se materialice. Tu stock sube y el riesgo aumenta. Y una parte excesiva del capital circulante queda inmovilizada en existencias que quizás no puedas vender. Esta circunstancia se agrava si este stock tiene fecha de caducidad.
Si eres una empresa que se enfrenta a plazos de entrega más largos, también necesitas una planificación con horizontes mucho más amplios. Y si además los plazos de entrega son muy volátiles, habrá que tener en cuenta aún más incertidumbre.
Esta volatilidad en los plazos de entrega puede repercutir en tu cadena de suministro de varias maneras.
1. Gestión de inventario
Gestionar el inventario resulta mucho más difícil con plazos de entrega volátiles. Es difícil saber cuándo hay que pedir más existencias y en qué cantidad. Es muy fácil encontrarse con un exceso o una falta de stock, ya que ambas situaciones son probables en este entorno.
2. Plan de producción
Del mismo modo, la planificación de la producción se convierte en algo mucho más complicado. Los retrasos en la fabricación o los tiempos muertos (idle times) son un problema habitual cuando los plazos de entrega son largos. La consecuencia es una menor eficiencia de la producción y un aumento de los costes.
3. Satisfacción del cliente
¿Cómo de contento está un cliente cuando ha pagado por algo que no recibe? Si el pedido que te han realizado es un producto crítico para tu cliente, es comprensible que no esté contento con los retrasos. Cuanto más volátil es el plazo de entrega, más difícil es dar plazos precisos. No olvidemos que cuanto más descontento esté el cliente, más probabilidades hay de que deje de serlo en un corto espacio de tiempo.
4. Riesgo en la cadena de suministro
Anticipar, planificar y mitigar los riesgos a lo largo de la cadena de suministro es lo que marca la diferencia. Cuanto más largo y errático es el plazo de entrega, más difícil resulta todo. Y más probabilidades hay de cometer un error costoso.
Ejemplo de lead time de una empresa
Los distintos artículos de tu surtido tendrán plazos de entrega diferentes. Analizar esta diferencia te ayudará a tener mayor visibilidad. Si profundizas en el análisis, podrás identificar nuevas oportunidades para reducir tus existencias.
Supongamos que dispones de un almacén de productos y éstos se clasifican en función de sus plazos de entrega (semanas). Si a continuación calcularas la media de cobertura de inventario (semanas) de cada grupo, podrías ver rápidamente dónde se encuentra la oportunidad de reducción de inventario. Echa un vistazo al siguiente ejemplo: