Los costes de la cadena de suministro se están disparando en todo el mundo. Y al igual que muchos de tus competidores, probablemente hayas estado pensando en cómo estás invirtiendo tu capital circulante.
¿Te estás replanteando tus decisiones de inventario? ¿Mudando las operaciones a destinos más económicos? ¿Considerando una cadena de suministro más local?
¿O estás pensando, como el Sr. Musk, y planeando escaparte a Marte, solo para tener un poco de claridad mental?
Pues bien, antes de que hagas las maletas con lágrimas en los ojos, he aquí un antídoto para tu angustia.
En lo que respecta a tus ingresos, es muy probable que el balance sea muy diferente al realizado previo al COVID, ya sea en el rendimiento general del negocio, en los departamentos o en los productos.
Respecto a la cadena de suministro existen buenas oportunidades para reducir costes y desbloquear el capital circulante. Pero, ahora más que nunca, hay un riesgo oculto en cada movimiento.
Si se recortan los costes en el área equivocada, te puedes quedar corto de suministros. Si se invierte en exceso en las existencias equivocadas, podrías despojar a la empresa de capital circulante al bloquearlo en productos que no se pueden cambiar.
En pocas palabras, una muerte inevitable. Es un círculo vicioso. Pero eso no significa que no puedas aumentar tus probabilidades de salir airoso.
Aunque no es necesariamente un buen plan para la excelencia empresarial, la colonización de Marte nos da una lección sobre la utilización del capital circulante.
Digamos que has conseguido un asiento en el primer vuelo interplanetario. Será largo, así que has metido en la maleta una baraja de cartas.
Cuando empiezas a hablar con tus compañeros de viaje, te das cuenta de que estás rodeado de gente impresionante. Y aquí está la primera lección.
Colonizar Marte será complicado… y eso es quedarse corto. Probablemente incluso más problemático que mantener la cabeza fuera del agua después del COVID, si puedes imaginarlo.
Y es así, que en escenarios difíciles como éste, hay que exprimir el valor de cada oportunidad. No hay espacio para los pasajeros que no agregan valor.
Cada persona en el vuelo a Marte, y en la eventual colonia, debe ofrecer algo para el bien mayor. Deben pagar su viaje. O, una vez allí, toda la entidad podría fracasar.
De nuevo en este planeta, tu capital circulante debe tener la misma utilidad si quieres sobrevivir en las duras condiciones extraterrestres.
Tu inventario, tus deudores y tus acreedores deben ser gestionados de forma increíble y evaluados regularmente.
Al igual que en la colonia de Marte, si no eres capaz de financiar el funcionamiento diario de la empresa, simplemente dejará de ser operativa, cortando el suministro de oxígeno que la mantiene a flote.
Del mismo modo que si pones a demasiados constructores en el vuelo algunos se quedarán sin hacer nada, lo mismo sucederá con el capital circulante. Y esto es lo que queremos evitar, ya que podría reinvertirse donde realmente cuenta.
La realidad para la mayoría de las empresas es que deben encontrar el equilibrio adecuado entre una alta disponibilidad y una inversión óptima en stock.
Si inviertes en demasiado stock, pronto tendrás problemas de liquidez. Pero, si no inviertes lo suficiente, te limitarás a ofrecer un servicio deficiente que convertirá a los compradores contentos en clientes enfadados.
El riesgo de inventario debe desempeñar un papel importante en tu análisis del capital circulante. Cualquier inversión que parezca sólida, pero que esté atada a productos que nunca se venden, es un problema.
Y el inventario no es lo mismo que el capital.
La mayoría de las existencias tienen una vida útil. Ya sea por su naturaleza perecedera o por el riesgo de obsolescencia como resultado de los cambios en la demanda del mercado. Por lo tanto, un exceso de existencias crea un gran riesgo.
Las malas decisiones de hoy pueden perseguirte durante meses o incluso años en el futuro. Sobre todo, si los productos en los que inviertes se venden lentamente. Por lo tanto, hay que vigilar su trayectoria.
Estar al tanto de la evaluación continua puede hacer que tu empresa sea un éxito. Al igual que su falta puede hacer que se pierda el oxígeno.
He aquí un par de métricas que deberías vigilar de cerca:
Este sencillo ratio financiero destaca cuántas veces se ha vendido y sustituido el inventario de una empresa durante un periodo determinado. Algo para lo que deberías tener datos bastante sólidos.
Obviamente, cuanto más alta sea esta métrica, más tiempo estará inmovilizado el capital circulante. Y para calcularlo, hay que basarse en el coste de las mercancías vendidas en lugar de los ingresos.
Los días de rotación de inventario se utilizan como un ratio de eficiencia.
Para calcular los días de inventario, divide el coste del inventario medio por el coste de las mercancías vendidas y multiplícalo por la duración del período, que en la mayoría de los casos será de un año natural.
El ciclo de caja es el plazo que transcurre desde que se paga una orden de compra hasta que se reciben los pagos correspondientes.
Simplemente, el dinero que sale contra el que entra, por producto.
Naturalmente, tu empresa debe utilizar sus propios recursos para financiar las existencias en el periodo intermedio.
Pero un cálculo importante en este caso es “Margen x Rotación”, el margen de un producto multiplicado por el número anual de rotación de stock.
Al igual que con muchas lecciones sobre la cadena de suministro, las analogías sobre Marte pueden ayudarnos hasta cierto punto, donde ya debe realizarse un análisis real.
Por ello, hemos redactado una checklist para ayudarte a aplicar la teoría en la práctica.
10 preguntas para hacerte, que pueden aliviar tus preocupaciones sobre el capital circulante. 10 enigmas para plantear a tu departamento de la cadena de suministro, que pueden aliviar tus problemas de dinero.
Responde a las 10 preguntas siguientes para descubrir hasta qué punto tu departamento de la cadena de suministro gestiona bien el capital circulante:
Estas preguntas no están diseñadas para ser fáciles.
Pero si puedes encontrar buenas respuestas a cada una de ellas verás que tus posibilidades de éxito serán de otro planeta.
Y tanto si te embarcas en un proyecto tan precario como la colonización de un nuevo planeta, como si simplemente intentas que tu dinero siga fluyendo, solo los análisis y las estrategias correctas te llevarán al éxito.
No tengas miedo de hacer estos cálculos de forma continuada.
Son los negocios con poca visión los que no reevalúan continuamente para ver dónde se puede utilizar mejor el capital.
Al fin y al cabo, no hay espacio para pasajeros en tu cohete. Y cada euro invertido debe ganarse su lugar.
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