Tabla de contenido
Tabla de contenido- La gestión de la demanda en un entorno volátil
- ¿Qué es la gestión de la demanda?
- Objetivos de la gestión de la demanda
- Beneficios de la gestión de la demanda
- El proceso de gestión de la demanda: su importancia y componentes
- Conclusión: la importancia de una gestión de la demanda ágil
Resumen
La gestión de la demanda es el proceso de equilibrar la satisfacción del cliente con la minimización de los costos de inventario, anticipando, validando y cumpliendo la demanda futura, yendo más allá de la simple previsión histórica al enriquecer los datos para tomar decisiones informadas en la cadena de suministro.
La gestión de la demanda consiste en mantener satisfechos a los clientes. Sin embargo, aunque ninguna empresa quiere decepcionar a su clientela, siempre existen ciertas limitaciones financieras. Acumular sin límite grandes cantidades de stock para satisfacer la demanda potencial, que puede materializarse (o no), simplemente no es una opción. Entonces, ¿cómo se debe gestionar la demanda de forma óptima?
¿Qué es la gestión de la demanda?
Detectar, pronosticar y, en última instancia, gestionar la demanda supone un reto para las cadenas de suministro. Especialmente en un contexto como el actual, caracterizado por la volatilidad, las disrupciones imprevistas, las expectativas de sostenibilidad y los márgenes ajustados.
Una gestión eficaz de la demanda significa ser capaz de pronosticar con precisión la demanda en redes complejas de clientes y canales, ajustar dinámicamente los pronósticos en tiempo real de acuerdo con las tendencias del mercado, la estacionalidad o las interrupciones imprevistas de la cadena de suministro.
Este dinamismo y visibilidad en la cadena de suministro solo se puede lograr mediante una plataforma avanzada de gestión de la supply chain que automatice tareas e incorpore la inteligencia artificial a este proceso.
Objetivos de la gestión de la demanda
El objetivo principal de la gestión de la demanda es, sencillamente, satisfacer las expectativas de los clientes. Independientemente del perfil de los consumidores, la premisa sigue siendo la misma: entregar lo que los clientes o usuarios finales quieren o necesitan, cuando lo quieren o lo necesitan.
Para lograr este objetivo final es necesario lograr otros objetivos intermedios:
- Anticiparse con precisión a la demanda teniendo en cuenta las condiciones del mercado, las posibles interrupciones y los planes de acción alternativos basados en una planificación meticulosa de escenarios.
- Optimización de todos los canales, gestionando las ubicaciones y los productos a nivel granular para maximizar el potencial de las ventas y garantizar una disponibilidad constante.
- Reducir la obsolescencia sin caer en roturas de stock.
Beneficios de la gestión de la demanda
Satisfacer la demanda de los clientes y maximizar los beneficios es el objetivo final. Además, durante el camino para alcanzar esta meta se obtienen otros beneficios
Una gestión optimizada de la demanda implica optimizar los márgenes de venta de cada producto, los precios y las decisiones de suministro. Además, la información y visibilidad de los datos en todos los canales y artículos que obtienes durante el proceso te permite establecer prioridades para en todo el negocio.
Esta visibilidad integral también proporciona mayores niveles de agilidad, lo que permite a las empresas adaptarse a las oportunidades, al mismo tiempo que les facilita ser más resilientes ante posibles interrupciones. En última instancia, todo ello conduce a un equilibrio perfecto entre la falta y el exceso de stock que garantiza la disponibilidad continua de los productos que se venden a precio completo tras haber sido almacenados y gestionados de la forma más rentable posible.
El proceso de gestión de la demanda: su importancia y componentes
¿Qué productos demandan los clientes? ¿En qué volumen? ¿Con qué rapidez? ¿En la tienda, online o como parte de una experiencia omnicanal? Todas estas preguntas conforman la matriz de demanda desde el punto de vista del cliente.
A esto hay que añadir: ¿qué tenemos ya en inventario? ¿Cuál es la vida útil de los artículos existentes? ¿Cuánto necesitamos adquirir para satisfacer la demanda futura prevista? ¿Tenemos capacidad para almacenar ese volumen adicional? ¿Dónde se encuentra concretamente esa demanda y cómo podemos equilibrar la red de forma eficaz?
Todos estos componentes a la hora de gestionar la demanda hacen que sea un proceso altamente complejo y pone de relieve la necesidad de implementar soluciones avanzadas para llevarla a cabo.
Conclusión: la importancia de una gestión de la demanda ágil
De cara al futuro, la volatilidad seguirá siendo una constante y, por lo tanto, la agilidad en la cadena de suministro será imprescindible. Esto se debe no solo a las perturbaciones geopolíticas, los problemas climáticos o la escasez de materiales presentes, que son una constante en el mundo actual. Si no que también se debe a que cada vez más consumidores ansían más personalización y variedad en la forma de pedir y recibir sus productos. Lo mismo ocurre con las empresas y las ventas B2B.
Al invertir en una plataforma que puede optimizar la gestión de la demanda, no solo mitigarás los efectos de la volatilidad e imprevisibilidad en la cadena de suministro, sino que dicha volatilidad se convertirá en una ventaja competitiva para tu compañía.






