Tabla de contenido
Tabla de contenido- Breaking bulk: un KPI para medir el valor que genera la cadena de suministro
- Qué es el breaking bulk
- ¿Cómo se calcula el breaking bulk?
- Breaking bulk del surtido y la creación de valor
- Diferencias de breaking bulk según el sector: algunos ejemplos
- Conclusión: breaking bulk, un KPI imprescindible para tomar decisiones en tu surtido
Vas al super, te detienes en la sección de los arroces y repasas la estantería de arriba abajo. Largo, bomba, redondo, basmati… Finalmente te decides por el integral y lo metes en el carrito. Antes de acabar formando parte de tu cesta de la compra de la semana, ese paquete de arroz ha recorrido toda la cadena de suministro, yendo desde el campo en el que fue cultivado hasta la estantería del supermercado. En este proceso han participado distintos actores: el productor, el distribuidor, el retailer… Pero, ¿cómo consiguen todas estas empresas sacar un margen de beneficio de una misma mercancía?
Pues bien, el hecho de que distintos eslabones de la cadena de suministro puedan ganar dinero de la compra-venta de un mismo producto se debe, en gran medida, a su capacidad para comprar grandes lotes de producto y revenderlos en unidades más pequeñas.
Qué es el breaking bulk
En el contexto de la cadena de suministro, el breaking bulk se entiende como el proceso de ‘trocear’ cargas mayores en fracciones menores para que el producto pueda llegar al consumidor en un formato accesible y con un valor añadido. Dicho de otro modo: sin este proceso, el arroz seguiría circulando en sacos de decenas de kilos y sería muy difícil que un cliente final pudiera llevárselo a su casa en una cantidad razonable.
Además, el breaking bulk no solo responde a una cuestión de comodidad para el consumidor. También es una palanca estratégica para las empresas que intervienen en la cadena de suministro, ya que les permite ajustar la oferta a las necesidades de distintos segmentos de mercado. Un mismo lote de arroz puede transformarse en múltiples presentaciones —desde envases familiares hasta formatos individuales— lo que maximiza la rentabilidad del producto y genera más oportunidades comerciales a lo largo de la red de distribución.
¿Cómo se calcula el breaking bulk?
El breaking bulk se calcula a partir de una ratio muy sencilla: el número de líneas de salida dividido entre el número de líneas de entrada. Cuanto más alto sea este valor, mejor será, a priori, el aprovechamiento del proceso. El breaking bulk refleja hasta qué punto una empresa es capaz de transformar cargas mayores en pedidos fraccionados para distintos clientes.
Sigamos con el ejemplo del arroz. Imagina que un distribuidor recibe 100 líneas de entrada en forma de palets de sacos de arroz. A partir de esos sacos, el distribuidor los fracciona y vende 1000 cajas de paquetes de arroz de 1kg a distintos clientes-retailers . En este caso, el breaking bulk sería de 10. Esta ratio muestra de manera directa la capacidad de la cadena para generar valor multiplicando las oportunidades comerciales de un mismo lote inicial.
Esta métrica es útil porque conecta lo operativo con lo económico. Un breaking bulk elevado significa que el stock adquirido se convierte en más transacciones, lo que implica más rotación de inventario y potencialmente más margen. En cambio, si la ratio es baja, puede ser un síntoma de ineficiencia: quizás se está comprando en volúmenes poco adecuados o se desaprovecha la capacidad de fraccionar la carga en función de la demanda real.
Breaking bulk del surtido y la creación de valor
El breaking bulk agregado del surtido permite observar cómo una empresa genera valor a partir de todo su portfolio de productos. Normalmente, para poder llevar a cabo un análisis eficaz, se presenta por rangos. En el caso de Slim4, nuestro software, suele trabajar con rangos de ≥25, lo que significa que cada línea de entrada se convierte en 25 líneas de salida o más; otros estarán en un rango medio, entre 10 y 25; algunos en un rango más modesto, entre 1 y 10.
Esta clasificación es clave porque ayuda a identificar dónde está realmente la palanca de rentabilidad: los productos con un breaking bulk alto no solo multiplican las transacciones, sino que permiten rentabilizar la logística, optimizar la manipulación y ofrecer al mercado formatos más accesibles y atractivos. En cambio, los de rango bajo requieren un análisis más detallado, ya que pueden estar consumiendo recursos sin contribuir de la misma manera a los márgenes de la compañía.
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Diferencias de breaking bulk según el sector: algunos ejemplos
El valor del breaking bulk varía mucho según el tipo de producto y la naturaleza del mercado. No todas las empresas necesitan —ni les conviene— alcanzar ratios muy altos de breaking bulk. Mientras que en algunos sectores fraccionar apenas aporta valor y encarece la operación, en otros es precisamente lo que permite ser competitivos y responder con agilidad a la demanda. Veamos cómo se comporta este KPI en distintos contextos productivos y comerciales, de menor a mayor grado de fraccionamiento.
Sector industrial y de materias primas: breaking bulk bajo
En industrias como la metalúrgica, química o de materias primas, el breaking bulk suele ser muy bajo, incluso cercano al 1. En estos sectores, los productos se comercializan en grandes volúmenes —bobinas de acero, bidones de aceite, sacos de fertilizante— y su fraccionamiento antes de llegar al cliente suele ser mínimo. La manipulación adicional apenas genera valor añadido y, en muchos casos, incrementa los costes o compromete la seguridad del producto. Por eso, el foco para alcanzar la excelencia operativa está en incrementar la eficiencia del transporte y no tanto en el fraccionamiento.
Gran consumo y distribución alimentaria: breaking bulk medio
El sector del gran consumo, especialmente en alimentación y bebidas, presenta ratios intermedias. Aquí sí existe un proceso de fraccionamiento relevante: los fabricantes venden en lotes grandes a los distribuidores, que luego transforman esas líneas de entrada en múltiples líneas de salida hacia supermercados y tiendas.
Grandes e-commerce: breaking bulk elevado
Un ejemplo de empresas con un breaking bulk muy elevado son los grandes portales de comercio electrónico. En estos entornos, un mismo lote de entrada se convierte en cientos o miles de líneas de salida individuales. Pensemos, por ejemplo, en empresas que compran contenedores llenos con un mismo producto para, posteriormente, venderlos al cliente final a través de internet. La clave aquí es la capacidad logística para fraccionar con rapidez y precisión, ya que el valor no reside tanto en el producto como en la agilidad y la disponibilidad.
Conclusión: breaking bulk, un KPI imprescindible para tomar decisiones en tu surtido
El breaking bulk no es solo una métrica operativa, sino un indicador estratégico para gestionar el surtido. Medir la ratio entre líneas de entrada y líneas de salida revela hasta qué punto un producto genera valor al ser fraccionado y comercializado en diferentes formatos.
A través del breaking bulk, los equipos de supply chain y compras pueden tomar mejores decisiones: ajustar los niveles de servicio por familia y, sobre todo, priorizar aquellos productos que aportan más valor.







