En función del momento en que nos encontremos con nuestra empresa será necesario implementar una u otra estrategia en lo relativo al stock. No obstante, y aunque sean diferentes, siempre debe haber una estrategia y ésta siempre debe estar clara. Porque si no tenemos clara cuál es la función del stock, cambiar el enfoque del inventario puede dar problemas.

Muchos retailers carecen de sinergias entre la estrategia de inventario y la estrategia general de la compañía. Como consecuencia, tienen problemas a la hora de alinear ambas cuestiones.

Pongamos como ejemplo el caso de las tiendas DIY, para las que esta cuestión es de vital importancia. En la actualidad, la popularidad de realizar tareas básicas de mantenimiento en el hogar ha caído notablemente entre los jóvenes (en comparación con los padres y abuelos de la actual generación de jóvenes). Básicamente, los usuarios invierten menos tiempo en las tareas domésticas. Y como consecuencia de esto, mucha gente, en particular los jóvenes, no han utilizado un taladro en su vida. Dado el impacto que esta tendencia tiene en la demanda, ¿cómo deberían actuar los retailers de este sector?

La rotación de inventario en las tiendas DIY ha ido disminuyendo desde hace algunos años. Hoy en día, el stock solo se renueva 2 o 3 veces al año, lo que significa que entre 4 y 6 meses podemos detectar falta del mismo en cada ubicación. Haciendo una media aproximada, esta lenta rotación de stock significa que una cuarta parte de los productos no se vende.

Es más, la baja rotación del stock también causa problemas operacionales. Por ejemplo, la innovación a la hora de hacer planogramas puede verse reprimida debido a que buena parte del espacio de las estanterías está ocupado por productos que, en realidad, los clientes no quieren comprar. Además, si mantienes mucho stock de baja rotación en tu tienda, es muy probable que acabes identificando una considerable parte de tu inventario inicial cuando ya está en el final de su ciclo de vida.

Dado que todos estos problemas tienen una alta probabilidad de ocurrir, los retailers no pueden permitir que pase.

Una buena estrategia omnicanal debería aportar la solución: ofreciendo algunos de esos ‘slow movers’ o artículos de baja rotación a través del e-commerce, nos evitamos la necesidad detenerlos disponibles en todas las tiendas. Esta estrategia permitirá a los retailers establecer una oferta en cada tienda que se adecue a la demanda de la misma, asegurando además la ‘buena salud’ de su stock.

Un puzzle complejo

Como decíamos antes, para mucho retailers hacer cambios en la estrategia de inventario puede ser algo complicado. La clave del problema es que cada departamento tiene su propia estrategia, y ésta no siempre está bien alineada con la del resto de áreas de la empresa.

Por ejemplo, suele darse la situación de que el Departamento Financiero busca conseguir el mínimo nivel posible de stock, con el objetivo de que la inversión en éste sea la menor cantidad posible. Por otra parte, los equipos de Ventas siempre van a apostar por ampliar la gama e incrementar la disponibilidad. El objetivo, en este caso, es reducir lo máximo posible el número de roturas.

En consecuencia, el Supply Chain Manager siempre va a encontrarse ‘entre la espada y la pared’ en su intento de mantener en equilibrio el nivel de stock y el nivel de servicio.

Con esto en mente, las empresas deben ser capaces de rediseñar su estrategia para hacerla más precisa. Es recomendable que, basándose en los objetivos generales de la compañía, los diferentes departamentos (Ventas, Marketing y Supply Chain) desarrollen una estrategia departamental conjunta. No obstante, debe ser Supply Chain quien determine las bases para crear una estrategia sólida tanto para las compras como para el inventario.

Una buena estrategia evitará al Supply Chain Manager tener que enfrentarse con KPIs irreales o irrelevantes.

Por otra parte, lo que hace que este puzzle sea más complejo aún es el hecho de que las piezas están en constante cambio. El comportamiento de los clientes y las cadenas de suministro están en evolución continua y como consecuencia, el entorno del Retail es extremadamente volátil.

Tomemos como ejemplo el Black Friday, exitosa campaña que tiene lugar este viernes 25 de noviembre. No hace tanto tiempo que este término no era demasiado conocido fuera de Estados Unidos. Sin embargo, hoy en día es el evento más importante para los retailers de toda Europa.

Así las cosas, y dada la velocidad con la que cambian los escenarios en el sector del Retail, los minoristas necesitan constantemente adaptar su inventario y afinar su estrategia para poder responder con eficiencia a la demanda del mercado.

Retail omnicanal

Cada sector tiene sus propias características, las cuales pueden tener una influencia más determinante en sus necesidades estratégicas.

El Retail omnicanal, en realidad, significa que el canal online mantiene las ventas de Retail. Las estrategias sobre el ciclo de vida del producto adquieren en este punto máxima importancia y deberían estar automatizadas todo lo que sea posible.

Una estrategia clara

A través de desarrollar una estrategia clara y coordinada, los retailers pueden recuperar el control de sus operaciones. Independiente de cómo evolucione el sector, estos puntos estratégicos les permitirán trabajar con mucha mayor eficiencia. Es más, con una estrategia clara que mantenga en equilibrio los objetivos generales de la compañía y los del Departamento de Supply Chain, los retailers pueden estar seguros de que su inventario podrá seguir el ritmo del mercado.

En Slimstock somos expertos en la gestión del inventario y tenemos la solución adaptable a cada tipo de negocio. Ponemos además a disposición de las empresas todo el know how de nuestros expertos en cada uno de los campos de trabajo.

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