El promedio histórico de ventas suele ser lo primero que se nos viene a la cabeza como factor para analizar las necesidades de compras. Pero vamos a ver cómo es conveniente que la estacionalidad sea también uno de esos puntos clave que debemos tener presentes.

Normalmente, al trabajar con el histórico hacemos una valoración global de los tiempos de entrega, frecuencias de pedidos y stock de seguridad, de modo que obtenemos unas necesidades estimadas por medio de un sistema de compras elemental.

Sin duda es un sistema muy utilizado. ¿Quién no ha planificado sus compras desde este enfoque? Esta podría ser una forma rápida para establecer las necesidades en artículos que tienen históricos estables. Sin embargo, es algo poco probable de que ocurra en nuestros días.

La realidad es que cada artículo tiene su propia curva estacional, y por muy plano que parezca un comportamiento histórico, siempre existen componentes de estacionalidad que ayudan a definir la curva de ventas. Por ejemplo, nadie puede obviar que los turrones tienen su fervor en la época navideña y que durante el resto del año solo se mantiene una ligera demanda que no muestra grandes cambios.

El concepto de estacionalidad

Para entender más la estacionalidad es bueno saber de dónde proviene este concepto. El término está relacionado directamente con las estaciones climáticas. Y es que las personas, así como los negocios, también se mueven con la naturaleza. En este sentido, podemos observar que así como las temperaturas y las condiciones climáticas cambian de unos meses a otros, también se producen cambios en el comportamiento de los consumidores que vienen determinados por ellas.

Las estaciones promocionales son cada vez más tempranas, y en ocasiones difíciles de predecir con los métodos tradicionales. De ahí la importancia de contar con herramientas que faciliten un análisis rápido y fiable para elaborar las previsiones.

En la actualidad, solo los mejores softwares son capaces de identificar múltiples características estacionales de manera rápida y con niveles de confianza lo suficientemente sólidos para ser tomados en cuenta.

Incluso algunas herramientas van más allá y actualizan el factor estacional de manera constante, permitiendo capturar ‘señales tempranas’ en la demanda. Estas señales nos dan una información muy valiosa de cara a hacer las compras con una mayor probabilidad de acierto. Esto es muy importante, ya que se traduce en menos roturas de stock, mejores ventas y menos exceso de inventario. Y todo ello sumado supone un aumento de la liquidez y un mejor uso de los recursos económicos de la organización.

Buenas previsiones, óptima gestión de las compras

Tener previsiones que incluyan el factor estacional siempre ayudará a perfeccionar la gestión de compras y lograr a su vez una gestión mucho más productiva del inventario. La razón es que no solo se trata se adquirir los productos con suficiente antelación, sino de comprar lo necesario durante y al final de estas estaciones.

Identificar dónde se inicia, dónde se produce su mayor pico y cuándo comienza el periodo de inflexión, son solo algunos de los aspectos más importantes para un buen uso de los patrones estacionales.

En Slimstock contamos con funcionalidades diseñadas especialmente para identificar los patrones estacionales tanto en la gestión mensual, como semanal y diaria, permitiendo generar las necesidades de aprovisionamiento de una forma mucho más exacta para el beneficio de toda la gestión del inventario.

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