Ha llegado el momento de que tu empresa crezca. Sea cual sea la naturaleza de tu negocio, acceder al capital circulante necesario para crecer es un reto al que se enfrentan casi todas las organizaciones. Y el principal reto para conseguirlo es el flujo de caja o cashflow. Vayamos por partes. 

¿Qué es el cashflow (tesorería)?

La tesorería es el movimiento de dinero que entra y sale de una empresa. Por tanto, es el combustible para las operaciones diarias y sirve para financiar desde las nóminas y la producción hasta el marketing y la expansión. Aunque conseguir ventas y beneficios es importante, a menudo las facturas tardan más de lo previsto en cobrarse y eso supone que se acumulan las cuentas por cobrar. Y lo cierto es que, si no dispones del suficiente efectivo en caja, no puedes pagar a proveedores, personal o alquiler de inmuebles. Un flujo de caja positivo garantiza que una empresa tenga liquidez suficiente para cumplir sus obligaciones, invertir en crecimiento y hacer frente a retos imprevistos.

La salud de una empresa depende por tanto de un flujo de caja sólido y constante. Esto refleja no sólo los buenos resultados de una empresa, sino también lo bien que gestiona sus finanzas. Sin una entrada de efectivo suficiente, incluso una empresa rentable puede verse abocada a la insolvencia.

 

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Saca todo el provecho de tu tesorería

Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de la tesorería para que una empresa sea sostenible. Disponer de más capital circulante proporciona los siguientes beneficios:

  • Da a las empresas una ventaja competitiva.
  • Impulsa las fases de crecimiento.
  • Ofrece más valor para el accionista.
  • Contribuye a la viabilidad de una empresa.

Las empresas rara vez quiebran por falta de beneficios, pero la falta de efectivo en caja puede ser una sentencia de muerte.

La mayoría de los empresarios ignoran que, en muchos casos, ya tienen acceso al capital que necesitan. Una simple optimización del control de inventario, del flujo de caja y de los procesos operativos pueden darte acceso a grandes cantidades de capital.

Entonces, ¿cómo puedes acceder a estas reservas de capital?

 

Cómo afecta la gestión financiera de la cadena de suministro al flujo de caja

Un problema habitual en las empresas es que necesitan cada vez más capital circulante a medida que crecen. A menudo, ese capital circulante procede de los accionistas o de la base de activos de la empresa. Sin embargo, la mayoría de las empresas autolimitan su crecimiento al descuidar dos áreas con gran potencial para aportar capital.

Cuentas por cobrar

El primer ámbito son las cuentas por cobrar, donde las empresas buscan acompasar la velocidad con la que pagan con la velocidad a la que cobran. Mejorar la diferencia entre los días de cobro y los días de pago suele liberar una cantidad de capital circulante muy considerable.

Stock

Si tu empresa fabrica o distribuye algún tipo de producto, las posibilidades de tener stock en tu almacén más tiempo del necesario o de que se venda más lentamente de lo que sería deseable son muy altas. Por lo tanto, una manera efectiva de mejorar el capital circulante es a través de la reducción del inventario.

Afinando ambas áreas, las organizaciones pueden aumentar significativamente su flujo de caja, dándoles acceso a recursos que pueden ser reinvertidos en el negocio. ¿Suena fácil? Con las herramientas, los procesos y el personal adecuados, puede serlo.

Cómo la optimización del stock puede mejorar tu flujo de caja

A la hora de generar más capital circulante, las pymes siguen optando por la “vía fácil” y muchas veces acumulan enormes cantidades de deuda en lugar de mejorar sus procesos internos.

 

Errores comunes de inventario que merman el flujo de caja

Lo último que deseas para la salud de tus finanzas es que el inventario se quede en un almacén acumulando polvo. Por lo tanto, gran parte de la optimización del inventario consiste en aumentar la rotación y acortar el ciclo que convierte el producto de tu almacén en efectivo en la cuenta de tu empresa. Entonces debes preguntarte, ¿por qué tu rotación de inventario no está a pleno rendimiento?

Puede ser por diversos motivos como:

  • Tienes demasiado stock de baja rotación que no generan ventas frecuentes.
  • Acumulas productos estacionales demasiado pronto, antes de que empiece la demanda alta.
  • No cuentas con información actualizada de los artículos más vendidos de tus proveedores.
  • Tienes dificultades para cubrir los pedidos de tus clientes prioritarios.
  • No optimizas las condiciones de compra (precios, plazos y cantidades de pedido).

Estos problemas pueden provocar un descenso drástico de las ventas y además ese stock se convierte en producto que ocupa un valioso espacio en el almacén.

Entonces, ¿cómo pueden la PYME abordar estos problemas?

1. Visibilidad del inventario

Las empresas líderes del mercado no sólo realizan un seguimiento meticuloso del stock disponible, sino que también tienen una visibilidad completa de toda la cadena de suministro, con un conocimiento avanzado de cuándo llegarán las mercancías.

2. Previsión

La capacidad de tomar decisiones de compra proactivas es esencial para que las empresas sigan siendo competitivas, y para ello no hace falta ser adivino. La optimización moderna de inventarios aplica varias metodologías avanzadas de previsión para pronosticar automáticamente la demanda de innumerables artículos.

3. Calendario

Sin embargo, cuando se trata de compras proactivas, también existe la posibilidad de pasarnos de proactivos. Llenar los almacenes con stock fuera de temporada que no se venderá durante meses puede diezmar tu cuenta de resultados.

Debido a las complejidades de la gestión de inventarios y de los pedidos, siempre que sea posible, se recomienda a las empresas automatizar este proceso mediante software, de modo que se proporcionen recomendaciones de pedidos diarios automatizados y dinámicos cuando el stock descienda por debajo de un determinado umbral o cuando tus previsiones identifiquen picos de demanda.

4. Acortar el plazo de pedido a entrega

Reducir el plazo de aprovisionamiento y optimizar la logística debe ser prioritario. Podemos actuar sobre tres fases clave:

Plazo previo al pedido

Tiempo que transcurre desde que detectas la necesidad hasta que emites la orden de compra (o generas la orden de fabricación, en caso de producción interna).

Plazo de aprovisionamiento/fabricación

Tiempo necesario para que el proveedor suministre la pieza o para que tu planta fabrique el artículo.

Plazo post-recepción

Tiempo desde la llegada del material a almacén hasta que está disponible para su uso o venta (incluye cuarentena, inspección, etiquetado, etc.).

5. Acortar el tiempo de comercialización de nuevos productos

Desde el momento en que se destinan recursos a un nuevo producto estamos inmovilizando dinero hasta que se pueden capitalizar las ventas. Por eso, las empresas deben hacer todo lo posible por acortar el tiempo que se tarda en vender y cobrar sus productos.

 

Cómo la optimización del inventario puede convertir a tu empresa en una máquina de generar efectivo

Al realizar mejoras estratégicas en la gestión del inventario, incluso los cambios más pequeños pueden tener un impacto significativo en el capital circulante.

He aquí un ejemplo de cómo funciona. Consideremos una empresa con las siguientes métricas:

  • 25.000.000 € en ventas anuales.
  • 20.000.000 € en coste anual de ventas.
  • 3.424.658 € saldo promedio de cuentas a cobrar
  • 1.500.000 € saldo promedio de cuentas por pagar
  • 6.000.000 € de inventario medio.

Veamos dos maneras de manejar esta situación.

Empresa A Empresa B
No ha invertido en gestión de inventarios. Acortan el ciclo de ventas en 10 días.
Sus comerciales exageran las previsiones para asegurarse de que hay suficiente producto para vender. Aumenta en 10 días el tiempo para liquidar las cuentas por pagar (hasta un total de 40 días, dentro de lo aceptable).
Producción aumenta el volumen de fabricación para satisfacer una demanda de ventas adicional que no se producirá. Reducen los días de inventario de 110 a 100 días mediante la implantación de un software que proporciona una mayor capacidad de optimización del inventario.
Preocupado por provocar tiempos de inactividad, el dpto de compras adquiere stock adicional, dejando el stock antiguo en la parte trasera de un almacén. Con estos tres pequeños cambios, han consiguen liberar 1.730.386 € de capital circulante y reducir de 190 a 180 días el plazo para convertir la tesorería en ingresos.
Administración se ve desbordada y tiene dificultades para acompasar el pago de las facturas de los proveedores con el cobro de cuentas pendientes, pero les paga de todos modos.
Expediciones subcontrata a transportistas externos con la esperanza de que satisfagan la creciente demanda de ventas.
Y el ciclo se repite…

Mejora de la gestión de inventario en la Empresa  A

Gracias a una herramienta de optimización de inventario (mejores previsiones de demanda, mayor rotación de stock y ventas más constantes), la Empresa A logra:

  1. Reducir los Días de Inventario
    1. Pasa de 110 días a 100 días, y luego a 90 días.
    2. En total, ha recortado 20 días de días de inventario.
  2. Impacto en el Capital Circulante
    1. Con esos 20 días menos de días de inventario, libera más de 2, 2 millones de euros de capital.
  3. Mejora el Ciclo de Caja
    1. Antes era de 190 días; tras optimizar, baja a 170 días.
    2. Es decir, reduce 20 días al año en su ciclo de conversión de efectivo.

 

Cómo pequeños cambios en la gestión del inventario pueden mejorar la salud financiera de tu empresa

Cuando se trata de nuevos sistemas, los propietarios de empresas suelen evaluar basándose en el ROI (retorno de la inversión) percibido. El problema es que los proyectos con un sólido potencial de ROI requieren una inversión de capital. Y aunque la reacción inicial e instintiva es elegir el proyecto que consiga un retorno más rápido, es todavía más importante considerar qué producirá un mejor rendimiento. Además, examinar cómo afectará el proyecto en cuestión a tu negocio en los próximos 5-10 años te llevará a tomar una decisión empresarial más acertada.

El flujo de caja no sustituye al ROI tradicional, sino que lo acelera. Al implantar soluciones y sistemas que generen un flujo de caja adicional, las organizaciones pueden invertir en varios proyectos a la vez, impulsando la rentabilidad de la empresa.

Por ejemplo, eres una empresa fabricante y tienes dos proyectos nuevos sobre la mesa: un nuevo software y una nueva máquina. Ambos requieren de una inversión de capital de 200.000 euros. La maquinaria tiene un ROI previsto de 2 años, mientras que el software tiene un ROI previsto de 4. Sin embargo, también se espera que el software genere 500.000 $ anuales de flujo de caja adicional.

En este caso, invertir en el software supondría liberar suficiente capital para invertir en el equipo necesario a partir del año 2, por lo que ambos proyectos podrían generar rendimientos positivos en los años siguientes.

 

Las métricas clave que necesitas para mejorar el flujo de caja

El ciclo de caja, así como el resto de las métricas comentadas anteriormente, variará en función de la industria y el sector. Por ejemplo, las telecomunicaciones tienen uno de los mejores ciclos de caja, que es de alrededor 29 días negativos (lo que significa que convierten el capital circulante en ingresos con casi 30 días de antelación). Si tienes curiosidad por saber a que se debe esto, tan solo tienes que mirar tu factura de telefonía móvil.

 

Días de cobro Días de pago Días de inventario Rotación de stock Ciclo de caja
Cantidad de tiempo, de media, que tarda una empresa en cobrar tras la realización de una venta. Tiempo que tarda una empresa en liquidar facturas con proveedores. Tiempo que tardará una empresa en vender todo su stock. Número de veces que una empresa vende y sustituye todo su inventario durante un periodo específico, normalmente un año. Días que tardará una empresa en convertir su capital circulante en ingresos. Cuanto antes lo haga una empresa, mejor. Si las cuentas por pagar superan la suma de las cuentas por cobrar y el inventario, el ciclo de caja
Días de cobro = Saldo medio de clientes / Ventas totales * 365 Días de pago = Saldo medio de proveedores / Compras anuales totales * 365 Días de inventario = Inventario Medio / Coste Anual de Ventas * 365 Rotación de Inventario = Coste Anual de Ventas / Inventario Promedio Ciclo de caja= Capital Circulante/Ventas * 365
Para una empresa con unas ventas anuales de 10 millones de euros y un saldo medio de cuentas por cobrar anuales de 2 millones de euros, los días de cobro serían 73. Si tus compras anuales ascienden a 5 millones de euros, con un saldo medio de proveedores de 2 millones de euros, tus días de pago son 146 días. Para una empresa con un coste anual de ventas de 8 millones de euros y un inventario medio de 1,5 millones de euros, se tardarán 68 días en vender todo el stock disponible, lo que requerirá cinco rotaciones de inventario en un año natural. Si una empresa tiene 1 millón de euros en cuentas por cobrar, 2 millones de euros en stock disponible, 1 millón de euros pendientes de pago en cuentas a pagar, 2 millones de euros en capital circulante y 10 millones de euros en ventas anuales, su ciclo de caja es de 73 días.

Sea cual sea tu sector, hay pasos sencillos que puedes empezar a dar hoy mismo y que acortarán tu ciclo de caja y te permitirán disponer de más efectivo de inmediato.

 

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