LFE tiene millones de botellas de vino en stock y debe poder ajustar su inventario constantemente a la demanda. Con la plataforma de gestión y planificación de la cadena de suministro de Slimstock y la formación de la Slimstock Academy, la empresa ha dado un gran paso adelante. “Hemos ganado mucha eficiencia y estamos más cerca del cliente”, afirma el director de gestión de procesos empresariales, Frank den Hartog. Según él, esto reducirá el valor del stock y aumentará el nivel de servicio.
LFE es un importador de vino holandés que compra su vino en todo el mundo. Desde sus centros de distribución en Utrecht y Maartensdijk, abastece a dos mercados: el retail y el fuera del hogar. “Poder suministrar siempre desde el stock y ofrecer un servicio logístico excelente, eso es lo que esperan nuestros clientes”, explica Frank den Hartog, director de gestión de procesos empresariales. Las grandes cadenas de supermercados a las que LFE suministra suelen realizar grandes promociones en torno al vino. “Para responder adecuadamente a ello, hay que estar muy atento. Hay que asegurarse de poder absorber los peak de demanda sin que el stock aumente demasiado”.
Proceso de pedido manual
LFE disponía de una herramienta de previsión, pero la operación creció de tal manera que la compañía necesitaba una solución más robusta. Los pedidos se realizaban en su mayor parte de forma manual y los compradores dedicaban mucho tiempo a evaluar las recomendaciones de compra. Para optimizar el stock se necesitaba algo más que una simple previsión de la demanda.
Por ello, la empresa decidió implementar un sistema completo de gestión de stock y, tras un exhaustivo proceso de selección, se decantó por Slimstock. “Slimstock cuenta con una herramienta que ayuda a los compradores y planificadores en todo su proceso de trabajo. Pero lo que nos convenció fue que el Slimstock cuenta con su propia rama de formación: la Slimstock Academy. Allí, nuestros empleados pueden seguir formándose, ya que ese componente de conocimiento es muy importante para nosotros”.
Más productividad
Tras solo unos meses en funcionamiento y den Hartog ya identificó que las personas que trabajan con él están mucho más centradas. “Lo que personalmente me parece muy interesante es que cada uno tiene su propia pantalla de tareas pendientes, en la que puede ver cuáles son sus prioridades en ese momento. También reciben alertas cuando es necesario actuar de inmediato, por ejemplo, cuando un cliente realiza un pedido mucho mayor de lo esperado. Un comprador puede analizar fácilmente las consecuencias para el stock y, si es necesario, ponerse en contacto inmediatamente con el proveedor para realizar un pedido adicional a tiempo”.
Segmentar y priorizar
Gracias a la formación de la Slimstock Academy y al apoyo de los consultores, el personal de LFE dispone ahora del nivel de conocimientos necesario para seguir optimizando el stock por sí mismo. “Lo que he aprendido sobre la gestión de stock es que siempre hay un pequeño porcentaje de artículos que no se pueden dejar en manos de un sistema automatizado. El arte consiste en identificar bien ese pequeño porcentaje. Ya dominamos bastante bien la segmentación y priorización de la gama de productos. Nos hemos vuelto mucho más eficientes y estamos más cerca del cliente».
Previsión colaborativa
Den Hartog confía plenamente en que Slim4 conducirá a niveles de stock más bajos y a un mejor nivel de servicio al cliente. “Llevamos demasiado poco tiempo trabajando con el software como para cuantificarlo, pero estoy seguro de que saldrá bien. Pronto colaboraremos más intensamente con nuestros clientes y mejoraremos aún más nuestro servicio mediante la previsión colaborativa. Por cierto, algunos de nuestros clientes también trabajan con Slimstock, lo que facilita aún más el intercambio de datos de la cadena de suministro. De este modo, llevaremos la gestión del inventarioa un nivel superior en toda la cadena».







