Esta podría ser una forma de intentar atajar el problema desde la perspectiva del consumidor final. Pero, ¿es ese el quid de la cuestión?
¿CÓMO REDUCIR MERMAS EN RETAIL ALIMENTACIÓN?
Para conseguir una reducción real de la cantidad de merma que se produce en el ámbito de la Alimentación, las empresas del sector deben replantearse la manera de gestionar los productos frescos a lo largo de la cadena de suministro. Después de todo, tal y como pone de manifiesto Adam Leyland, editor de ‘The Grocer’: “Tanto si está causada por una demanda más baja de la esperada, como si es por no cumplir con la normativa o por haberse pasado su fecha de caducidad, la merma no es asunto menor. Cuesta millones”.
¿Qué pueden hacer los retailers al respecto?
GESTIÓN DEL REAPROVISIONAMIENTO
Para los retailers del sector de Alimentación la demanda puede fluctuar enormemente a lo largo de un solo día. Además, muchas empresas de este sector tienen que basar sus decisiones de reaprovisionamiento en previsiones semanales o incluso mensuales. Claramente, esto no es suficiente para mantener equilibrados el inventario y la demanda.
Tomaremos como ejemplo unos patrones de demanda típicos para el caso del pan. En los primeros días de la semana, la demanda es significativamente más baja que a finales. Esto es así porque las personas tienden a comprar más con vistas a la semana siguiente. Por lo tanto, si utilizas una previsión semanal y la usas para elaborar una media diaria, está claro que los primeros días tendrás exceso, mientras que a finales de semana (que en realidad es cuando más compras hay), tendrás falta de stock. Es más, debido a que el pan fresco solo aguanta en la estantería un día, el riesgo de que se convierta en merma es muy alto siempre que tengas exceso de stock.
Para minimizar las pérdidas en tienda es imprescindible que los retailers tengan un sistema de planificación diario que les ofrezca total visibilidad. Solo teniendo acceso a esta información podrán optimizar sus procesos de reaprovisionamiento, reducir mermas y asegurarse de que tendrán el stock necesario en el momento preciso.
CANTIDAD DE PEDIDO
¿Cómo maximizar la vida útil del producto?
En lo que se refiere a pedidos, los retailers del sector de Alimentación se enfrentan a un gran reto a la hora de establecer la cantidad exacta de stock que deben de tener y cuándo deben pedirlo. A menos que se tenga en cuenta la vida útil del producto, es poco probable que se logre llevar a cabo esta operación de manera rentable.
Dado que los productos frescos tienen una vida limitada, almacenarlos en el lugar equivocado puede dar como consecuencia pérdida de ventas.
Para artículos frescos de alta rotación de inventario, la tendencia suele ser intentar disponerlos lo más cerca posible del consumidor final. Esto se hace para evitar roturas de stock y asegurar el mayor número de ventas antes de que se cumpla la fecha de caducidad. Con el objetivo de mantener altos niveles de disponibilidad, puede ser recomendable tener cierto stock de seguridad tanto en la tienda como en el almacén.
Sin embargo, en el caso de los productos frescos de baja rotación – en los que la demanda es más volátil – parece que tiene más sentido mantener niveles bajos de stock en tienda. Tener un stock centralizado debería permitir a las empresas estar en una mejor posición de cara a responder a la demanda (en cualquier punto de la cadena de suministro) sin que haya riesgo de generar mermas.
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